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sábado, 19 de junio de 2010

Acto recordatorio Natalicio de José Gervasio Artigas

INVITACIÓN:


PROGRAMA:


Parte protocolar:








Homenaje al prócer:
En una tarde del mes de junio, próximo a festejar su cumpleaños, estaba el general Artigas junto a su inseparable amigo Ansina. De pronto llega una esperada visita, el pintor francés que venía a hacerle un retrato. En efecto aquel hombre había llegado , todos se dispusieron para empezar la pintura, mientras que la conversación entre Ansina y el general seguía su curso.



Ansina: Mi general, ¿sabe en que me estoy fijando? Qué ya hace 30 años que vinimos a tierras paraguayas. ¿Se Acuerda cuando llegamos? Fueron tiempos duros al principio, pero por suerte encontramos buenas tierras, gente, ¡cómo lo querían a usted!

Artigas: Si, lo recuerdo, pensar que ya estoy tan mayor, cuántos años han pasado de aquel, mi hermoso Montevideo Colonial en que nací. Me parece aún escuchar los pregones que en la calle iban brindando diferentes personajes, y los bailes de salón ¡qué lindos eran!









También recuerdo cuando vino a verme aquel sabio para traerme el librito con las leyes de 1830, que hermoso fue saber que mi patria ya estaba libre, cuánto hemos pasado, cuántas tristezas y cuántas alegrías. Recuerdo cuando empecé mi lucha junto a mis compatriotas, allá por el 1811, recuerdo la batalla que peleamos en Las Piedras, que valentía la de esos hombres que me acompañaban dispuestos a dejar todo por su patria, que ardua fue la lucha, que inferiores éramos pero por suerte pudimos vencerlos, ¿sabe qué pienso? Deberían recordar este hecho siempre, ojalá todas las generaciones que vendrán valoren el esfuerzo que los orientales hicimos para legar la patria libre.

Ansina: Sí , pienso lo mismo, hasta deberían recordarlo con un baile.






Artigas: Pensar, que después de tanta lucha , todo se iba a perder por las condiciones de los españoles, que mala suerte amigo mío, entre los portugueses que avanzaban y los españoles que nos acorralaban, los orientales debían levantar el sitio que con tanto anhelo habían logrado. Llegaron las Asambleas Orientales, cuántas cosas para discutir, cuántos desvelos y fatigas debimos pasar.

















Ansina:¡Qué querido que fue usted, mi general! Hasta las provincias del Río de la Plata lo veneraban.

Artigas: Así es recuerdo el honor que tuve al saberme Protector de los Pueblos Libres, cuánta provincias amigas, cuántos pueblos queridos, qué responsabilidad la mía al creer en una Liga Federal donde todos nos apoyáramos, la bandera tricolor flameaba en todos los pueblos de la Provincia Oriental y también del otro lado del río.










Ansina:¿Y cuándo estableció el arreglo de los campos? ¿Lo recuerda mi general?

Artigas:¡Cuánta gente para ayudar! Desde mi campamento en Purificación firmé aquel Reglamento Provisorio de la Provincia Oriental. “Los más infelices serán los más privilegiados”, ¡qué emoción me da este recuerdo! El campo debía arreglarse, amigo.












Ansina: Bueno mi amigo, creo que el pintor ha terminado su retrato, entre tanta charla no nos dimos cuenta del paso del tiempo, cuántos recuerdos, qué le parece si vemos cómo quedó.

Artigas : ha quedado bien querido francés, me veo igual ¿no? Estoy algo cansado.




Ansina: Vamos amigo, debe descansar, quédese tranquilo, estoy seguro que su recuerdo permanecerá en la memoria de cada oriental, sé que con el tiempo su figura será respetada y proclamada como un himno.